Desglosamos los costos de comprar una casa, tanto a corto como a largo plazo.
La compra de una vivienda es un sueño anhelado por muchas personas cuando consiguen una madurez e independencia económica. Sin embargo –en el caso de que solicitemos una hipoteca- es una inversión que generará una serie de cuotas periódicas durante varios años. Por ello, es importante conocer cuáles son los gastos de comprar una vivienda y qué sobrecostos podemos encontrar.
De hecho, la misma hipoteca ya conlleva unos gastos añadidos que pueden encarecer el precio final del inmueble, bien sea una vivienda, casa de segunda mano [donde deberíamos además subrogar la hipoteca], o local comercial.
Los gastos para comprar una vivienda suelen ser comunes para todos los compradores. Recomendamos reservar un pequeño porcentaje de nuestro presupuesto para la compra de una vivienda destinado a estos trámites. Estos son los más comunes:.
Los principales gastos que encontraremos en la compra de una vivienda son múltiples y demandarán del cliente un capital extra para su cierre. Si bien no hablamos de un gasto exorbitado, es conveniente planificarse para no descubrir sorpresas en el último momento.
Los gastos suelen destinarse a: gastos de notaría, registro de la propiedad, gastos de gestoría, y los relativos al IAJD, IVA o ITP. El vendedor, por su parte, se encargará de los gastos de emisión de certificado energético y la plusvalía municipal.
Los gastos de notaría son uno de los gastos más usuales al realizar la compra de la vivienda ya que ésta debe hacerse en escritura pública. Para ello, es necesario contar con la participación de un notario que realice copias de escritura pública y un estimado de horas que dedicará al trabajo. Los aranceles que cobra el notario están regulados por el Estado y suelen ser fijos.
El gasto de notaría para una vivienda de unos 180.000 euros podría alcanzar una cuantía de unos 330 euros, incluyendo en la entrega una copia autoriza y dos simples que el cliente podrá usar en lo que estime.
Otro de los gastos recurrentes a la hora de comprar un inmueble es el de gestoría. Esta será la encargada de registrar la escritura de compra y liquidar los impuestos. Aunque el banco solicitará realizar estos trámites con una gestoría, el cliente podrá realizar directamente las gestiones. Los gastos de una gestoría por encargarse de los trámites pueden suponer entre 300 y 500 euros, dependiendo del tiempo y el importe de la compra del domicilio.
Una vez tengamos la escritura pública de la compra de la vivienda será necesario que el cliente se dé de alta en el Registro de la Propiedad que corresponda. Este gasto puede representar unos 170 euros, dependiendo del valor total del inmueble, e incluyendo el asiento y la nota de afección fiscal.
La compra de una vivienda conlleva una serie de impuestos que podemos catalogar en el IVA, el AJD y el ITP. En estos impuestos también encontraremos variantes dependiendo de si la vivienda es o no de segunda mano, o de la comunidad autónoma donde se encuentre.
Al adquirir un nuevo inmueble debemos el IVA posee un tipo impositivo del 10% sobre el valor total de la casa (exceptuando los casos de vivienda de protección oficial –VPO con un tipo impositivo del 4%).
La compra de una casa de segunda mano, por el contrario, aplica un impuesto conocido como Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), que tiene un tipo de entre el 4 % y el 10 % del precio de venta según la comunidad autónoma. Pueden existir reducciones en el caso de familia numerosa, jóvenes menores de 35 años o viviendas VPO.
En estos dos modelos de compra es obligatorio el pago del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD). Es un impuesto que grava directamente los documentos notariales y que cuesta 0,30 euros por pliego y 0,15 euros por folio. Estos impuestos deben liquidarse durante los 30 primeros días desde la escritura pública de compraventa.
Hemos visto los principales gastos que tendremos al realizar la compra de una vivienda, sin embargo, existen otro tipo de gastos que pueden suponernos un desembolso extra que debemos tomar en cuenta.
Entre estos gastos se encuentra el gasto de la comisión de la inmobiliaria, que puede suponer el 5% del importe de compraventa. Otros pequeños gastos que puede acarrear este trámite son la solicitud de una nota simple para ver si el inmueble tiene cargas o la contratación de un asesor inmobiliario para solventar dudas que pueda generar la compra.
Hay que destacar que, al contratar una hipoteca con la entidad bancaria, y acorde con la nueva Ley Hipotecaria, el banco debe hacerse cargo de los gastos de notaría, registro, IAJd y gestoría, mientras que el comprador debe ocuparse de los gastos de tasación. La tasación puede tener un gasto de entre 300 y 500 euros y será siempre realizada por tasadoras homologadas por el Banco de España.
Como último gasto que debemos tener en cuenta, se encuentra la comisión de apertura de la hipoteca que cobrará la entidad –en caso de que exista-, donde se incluyen gastos de formalización, estudio y gestión de la hipoteca.
En cuanto al pago del Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU) para viviendas de segunda mano, éste recaerá sobre el vendedor.
