Conoce qué es un préstamo hipotecario, los tipos que existen o cuáles son sus requisitos. ¡Te lo contamos todo!
Si te estás preguntando qué es un préstamo hipotecario debes saber que una hipoteca no es más que un contrato a largo plazo que existe entre un cliente y su entidad bancaria para financiar, principalmente, la compra de una vivienda.
Los préstamos hipotecarios tienen una garantía especial que los diferencia del resto que es la propia vivienda, es decir, si el usuario no puede afrontar el pago, la entidad está en el derecho de solicitar la venta del inmueble como garantía para recuperar el capital adeudado.
Al ser un producto con un riesgo mayor a un plazo que suele ser superior a 20 años, esto hace que tengan un tipo de interés inferior que otro tipo de productos financieros.
Los préstamos hipotecarios se pagan en cuotas, normalmente en cuotas mensuales, cuyas cantidades suelen ser fijadas entre el prestatario y la entidad.
Estos pagos son cobrados periódicamente sobre una cuenta que el cliente tiene con el banco; la cuenta está a nombre del titular y puede ser creada de forma auxiliar expresamente para estos cobros. Los cobros son devengados -usualmente de forma mensual- para cumplir con estas obligaciones contractuales.
Si te estás preguntando qué requisitos necesito para pedir una hipoteca debes saber que no es un proceso complicado. Lo que sí necesitarás es demostrar una solvencia económica a la entidad para confirmar que, efectivamente, podrás hacer frente a las cuotas periódicas de amortización.
Los documentos que tendrás que aportar son variados, aunque puedes ponerte en manos de especialistas o notarías que podrán hacerte la vida más fácil.
Alguna documentación necesaria para pedir tu préstamo será:
Al igual que otros tipos de préstamo, el crédito hipotecario responde a diferentes tipos de interés según la vigencia del mismo.
Existen diversos tipos de interés de préstamo hipotecario según nuestras necesidades. Entre los préstamos hipotecarios que puede conceder una entidad bancaria se encuentran los de un tipo de interés fijo, variable o mixto.
Es el tipo de interés que se mantiene fijo en el tiempo que dure el contrato del préstamo hipotecario. Esto significa que, al contrario del variable que está sujeto a los cambios constantes del mercado, éste se mantendrá siempre en el mismo valor.
La duración del préstamo por regla general suele ser más corta, llegando a los 20 años de vida contractual.
Es el tipo de interés de nuestro préstamo hipotecario en el que –como dice su nombre- pueden darse variaciones a lo largo del tiempo en función del índice de referencia al que esté sujeto. Estos períodos de mercado suelen ser anuales, aunque también pueden darse de forma semestral e incluso trimestral.
La duración de este tipo de préstamos es la más larga, pudiendo llegar a los 30 e incluso 35 años.
Este tipo de interés es una mezcla de ambos. Suele comenzar con un tipo de interés fijo los primeros años, pasando a ajustarse en los siguientes años según el índice de referencia que marca el mercado (Euribor, Mibor…).
Aunque suele usarse como sinónimo, la verdad es que hablamos de cosas distintas. Existe una duda muy común entre los usuarios de los servicios bancarios, que es la diferencia entre una hipoteca y un préstamo hipotecario.
Mientras que el préstamo hipotecario es un contrato que firman dos partes y en el que existen unos plazos de amortización por el que puede perderse el inmueble en caso de impago, la hipoteca es aquella garantía que afianza las devoluciones del préstamo.
El préstamo hipotecario tiene como finalidad concreta el adquirir un inmueble. Este inmueble podrá tener diferentes usos según las necesidades del comprador.