Conoce los diferentes tipos de hipotecas que puedes encontrar en el mercado.
Antes de empezar a desgranar los tipos de hipotecas que podemos encontrar en el sistema bancario merece la pena destacar que todas tienen en común su finalidad como contrato por el pago de la compra de un inmueble durante un determinado periodo de tiempo.
Aunque hay varios aspectos a tener en cuenta a la hora de hablar de hipotecas como el tipo de cuota, la tipología del inmueble o el público objetivo al que van dirigidas, el tipo de interés es el criterio más utilizado para clasificarlas.
El tipo de interés de una hipoteca puede permanecer fijo o variable dependiendo de la modalidad y el perfil de cada cliente. También pueden unirse las ventajas de cada tipo de hipoteca para crear un tipo mixto. Os detallamos cada tipología:
La mayoría de las hipotecas que se firman en España son de interés variable. Su cuota varía en función de las fluctuaciones del euríbor. Lo habitual es que se aplique el dato del euríbor del mes en el que se firma la hipoteca y cada vez que se realiza la revisión, se actualiza el tipo de interés en función del euríbor.
De esta forma, si el tipo de interés baja, las cuotas también se reducirán, pero si sube, se encarecerán. Las hipotecas variables tienen periodos de amortización, por lo general, más amplios, ya que pueden llegar hasta los 40 años y suelen tener comisiones más bajas que otros tipos de hipotecas.
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La hipoteca fija se caracteriza por ser estable, es decir, durante todo el periodo que dura la hipoteca se paga la misma cuota. Al no utilizar el euríbor para calcular el tipo de interés, sus cuotas no se ven afectadas por las subidas y bajadas del mismo, que es el principal índice de referencia de las hipotecas.
La entidad financiera ofrece la hipoteca a un tipo de interés fijo que solo variaría si se incumplen las condiciones pactadas (vinculación de nómina, seguros, planes…).
El plazo máximo de amortización de la hipoteca fija es más corto que las de interés variable. Además, el tipo de interés en el momento de contratar la hipoteca es más elevado. Cabe destacar que, en algunos casos, las comisiones por amortización parcial y total también son más altas, por lo que cancelar la hipoteca de forma anticipada es más caro.
La ventaja de este tipo de hipoteca es que se evitan sorpresas derivados de las fluctuaciones de euríbor, ya que la cuota es constante durante todo el periodo del crédito hipotecario.
Aunque se comporta como una hipoteca variable, la hipoteca mixta combina el funcionamiento de una fija y una variable. Por lo general, los primeros años las cuotas son estables, es decir, la entidad financiera ofrece una hipoteca que funciona a un tipo de interés fijo. Durante el resto de años de amortización de la hipoteca, se aplica un tipo de interés en función del euríbor.
Un ejemplo de ellos sería una hipoteca a 30 años, en la que los primeros 10 se paga una cuota fija y los 20 años restantes de amortización se tendría aplicado un interés variable en función del euríbor. De esta forma, la hipoteca variable permite beneficiarse de no sufrir subidas en las cuotas durante los primeros años y en el futuro, se adapta a la situación del euríbor.
Si bien hemos analizado los diferentes tipos de hipoteca según el interés, también podremos encontrar diferentes préstamos hipotecarios enfocados a públicos diversos. Los más usuales son:
La mayor parte de las entidades bancarias cuentan con una modalidad de hipoteca para el público joven, que normalmente han podido gestionar sus primeros ahorros tras alguna mejora salarial en su empleo, y que cuenta con una edad de entre 30 a 35 años.
Esta tipología de hipotecas está enfocada a público que no es residente en España. Están destinadas principalmente a financiar la compra de segundas residencias o residencias vacacionales de personas residentes en el extranjero que reparten su tiempo entre ambos países. Al no residir en nuestro país, estos clientes suelen encontrarse con criterios más estrictos a la hora de pedir el préstamo, como pagar el 50% del total del inmueble (en lugar del 20%) o justificar sus ingresos.
Existen colectivos que tienen algunas ventajas a la hora de solicitar un préstamo hipotecario, como pueden ser los colectivos pertenecientes a funcionarios públicos, personal militar, de aviación o empleados de determinadas grandes compañías. Es importante dejarse asesorar por nuestros asesores para conocer si pertenecemos a uno de estos grupos de interés.
Tras la lectura de este post podemos decir que no existe un tipo de hipoteca mejor o peor. Depende de las preferencias y las necesidades personales de cada cliente. Recomendamos elegir una hipoteca tras estudiar con detenimiento las ofertas que podemos ofrecerte.