¿Sabes cuáles son los principales beneficios de la fiscalidad de los planes de pensiones? Hoy te lo contamos.
En la época en la que vivimos es bueno garantizarse una jubilación cómoda y sin sobresaltos y para ello uno de los mejores productos bancarios son los planes de para la jubilación. Un plus añadido son los beneficios de la fiscalidad de los planes de pensiones.
Pero, ¿cómo nos ayuda esta fiscalidad especial de cara al futuro? Sigue leyendo para analizar de qué forma puedes sacarle partido a tu esfuerzo de ahorro en el día a día.
En el año 2020, con una base imponible de 20.000 € anuales, las retenciones fiscales fueron de un 24 %. Está claro que en España el gravamen impositivo durante la vida laboral es elevado.
Al contratar un plan de pensiones tendrás ventajas en tus obligaciones ante Hacienda, de esta forma pagarás menos impuestos. En el Impuesto de la Renta a las Personas Físicas (IRPF) te puedes deducir las aportaciones que hayas hecho el último año al plan de pensiones.
El máximo que te permite deducir Hacienda no puede superar el 30% de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas percibidas individualmente en el ejercicio, hasta un importe máximo de 1.500 € anuales.
Pensar en tu jubilación es pensar también en un ahorro fiscal. En la declaración de la renta puedes restar el dinero invertido en la base imponible y disfrutar de los beneficios de la fiscalidad de los planes de pensiones.
La idea de contratar un plan de pensiones es disponer de un capital tras jubilarte. Para ello, se realizan unas series de aportaciones anuales que, además de aumentar por sí solas la cuantía del plan de pensiones, estarán invertidas según la política del fondo de pensiones y generarán rentabilidad.
Tras cumplir los plazos, es la hora del rescate de las aportaciones más los intereses generados. No obstante, la Ley permite el rescate anticipado en determinadas circunstancias. Pero cuando hablamos de fiscalidad de los planes de pensiones es mejor ir paso a paso.
Tener un plan para la jubilación va más allá de ser una mera deducción fiscal y un aporte de rentabilidad de capital. El beneficio de un plan de pensiones es directamente una reducción sobre la base imponible.
Si te preguntas cuáles son los beneficios de la fiscalidad de los planes de pensiones, descubrirás que puede ser atractivo contratar un instrumento de este tipo y que aporta réditos no sólo en el momento de la jubilación sino en el día a día.
De esta forma, el Estado premia a aquellos que prevén el futuro con un plan de pensiones. Autoriza una reducción directa sobre la base imponible del IRPF para todas aquellas personas que han decidido financiarse durante su vida laboral una pensión.
Dicho de otra forma, en la declaración de la renta se puede hacer constancia de estas inversiones, que se descuentan de manera directa del importe final. El trabajador que está obligado a hacer la declaración de la renta tiene en el plan de pensiones una herramienta para reducir sus impuestos.
Con números suele verse todo más fácil. Pongamos un ejemplo de un plan de pensiones que suponga una inversión de 1.500 € anuales (125€ mensuales).
Partiendo de una base imponible de 20.000 € anuales (salario bruto menos las cotizaciones a la Seguridad Social) el ahorro con un tipo marginal del 24% sobre la base imponible sería de unos 360 €, es decir el equivalente a casi tres mensualidades.
Cuanto mayor sea el dinero que inviertas en el plan de pensiones, mayor será el ahorro a la hora de hacer la declaración de la renta. Cada euro invertido en tu futura jubilación se resta directamente del capital ingresado por el que pagar impuestos.
Después llegará el turno de rescatar el plan de pensiones. Aunque estén pensados para completar las pensiones de jubilación, existen una serie de circunstancias especiales que permiten su rescate anticipado.
Una enfermedad grave, invalidez, dependencia, fallecimiento son las contingencias que pueden adelantar el plazo de rescate de un plan de pensiones.