Qué es una tarjeta de crédito

Conoce más a fondo uno de los productos financieros más populares.

El uso de las tarjetas bancarias va creciendo año tras año. Es un método de pago cómodo y sencillo que además aporta la seguridad de no llevar dinero encima.

 

Existen varios tipos de tarjetas, aunque las más comunes son las de débito y las de crédito. En ocasiones no se entiende la diferencia entre una y otra. Para ir aclarando conceptos te vamos a explicar qué es una tarjeta de crédito.

 

Una tarjeta de crédito es una herramienta de pago que permite obtener dinero al cliente sin necesidad de que haya liquidez inmediata en su cuenta bancaria.

 

Se denomina “de crédito” porque el monto que se utiliza al realizar la compra corresponde a un préstamo que otorga la entidad financiera y que hay que devolver en un plazo determinado de tiempo. Por ello, se recomienda un uso responsable para poder hacer frente a las cuotas.

 

 

Cuándo se devuelve el crédito de las tarjetas

 

Con las tarjetas de crédito se pueden realizar pagos u obtener dinero hasta el límite de crédito fijado, sin necesidad de tener en ese momento fondos en la cuenta bancaria.

 

Para devolver el préstamo, se  puede elegir pagar todo a final del mes sin intereses o devolverlo en varios plazos con un tipo de interés sobre el saldo dispuesto.

 

 

Tienen comisión las tarjetas de crédito

 

Ya sea que algún banco te haya ofrecido una tarjeta pre aprobada o que estés pensando en solicitar una, el cliente debe informarse de una serie de aspectos que son fundamentales para gestionarlo correctamente.

 

Lo primero es analizar sus necesidades para elegir la tarjeta que más le conviene. Las tarjetas suelen tener una cuota anual que se especifica en el contrato. Conviene estar al tanto de las comisiones por emisión, renovación y mantenimiento de la tarjeta, además de por la retirada de efectivo y consulta de movimientos en cajeros automáticos. Además la entidad financiera evalúa factores como el historial crediticio, ingresos y capacidad de pago para la aprobación y asignación de una línea de crédito.

 

También hay que tener en cuenta el plazo de devolución. Se puede elegir pagar todo a final de mes sin intereses o devolverlo en plazos con un tipo de interés sobre el saldo dispuesto. Aquí hay que prestar especial atención ya que el tipo de interés varía en función de la entidad bancaria y puede llegar a superar el 20% TAE.

 

Las tarjetas de crédito suelen tener asociadas ciertas ventajas como  seguros sin coste adicional (asistencia en viajes o de accidente) o un sistema de puntos que pueden canjearse por una serie de productos o descuentos en diversos establecimientos como estaciones de servicio.

 

Una vez has obtenido la tarjeta de crédito es indispensable activarla y firmar el reverso. Hacerlo evitará que otras personas puedan usarla sin tu autorización en caso de robo o extravío. ¿Listo? Llegó el momento de usar la tarjeta de crédito.

 

 

Comprar con tarjeta de crédito

 

Para hacer compras con tu tarjeta de crédito en establecimientos físicos es indispensable presentar la tarjeta, la cual debe ser leída por la terminal del establecimiento para poder procesar el pago.

 

Es recomendable que lleves una identificación oficial contigo, ya que algunos negocios querrán asegurarse de que seas el dueño de la tarjeta aunque hayas introducido el pin de identificación para poder operar.

 

Las tarjetas de crédito también sirven para hacer compras por internet. Para efectuar el pago deberás facilitar algunos datos de tu tarjeta, como el número que aparece al frente, la fecha de vencimiento y el código de seguridad.

 

Al comprar con tu tarjeta de crédito, la entidad que expide la tarjeta se encarga de pagar al negocio el monto de tus compras y posteriormente tú tendrás que pagar al banco. Recuerda que tus pagos con la tarjeta de crédito funcionan como un préstamo que debes pagar al banco.

 

Ten en cuenta que cada vez que haces un pago o una compra con tu tarjeta de crédito o que dispones de efectivo, estos montos se descuentan de tu saldo disponible y se convierten en saldo a pagar.

 

Cada vez que haces pagos o abonos a tu tarjeta ese saldo vuelve a estar disponible. Si agotas el saldo disponible entonces ya no podrás usar la tarjeta hasta que liquides el monto.